Luis Ramón
Reflexiones de negocios y de vida de un programa de Netflix
Agosto, 2020
La vida es como un cubo de Rubik:
…la resuelves o la complicas aún más;
…llena de colores, pero no resuelta;
…mientras un lado está resuelto todo lo demás es un caos.
Seguramente muy pocos podremos contestar a esa pregunta sin apoyarnos en “Mr. Google”. El fin de semana, moviendo el control remoto entre la interminable variedad de opciones qué ver en la televisión, me decidí por un programa nuevo de Netflix: Speed Cubers, que trata sobre la relación entre el ex campeón del mundo en resolver el cubo de Rubik y el ascenso del actual campeón.
Feliks Zemdegs, el excampeón mundial, se trata de un muchacho australiano, hoy de 18 años, que se distinguió desde muy temprana edad por su curiosa habilidad para resolver cubos Rubik. Y Max Park, el actual campeón, es un niño coreano-americano que nació con autismo y quien, coincidentemente, encontró en el cubo una razón de vida y para estar aislado en su mundo. Gracias a su fascinación con el cubo, ahora puede convivir mejor con su familia y la sociedad.
Durante las competencias mundiales, Max conoció a su ídolo Feliks, quien siempre lo vio más que como un potencial competidor, como un amigo al que podía, y tal vez, debía ayudar. El programa trata justamente de esa transición entre un campeón y otro. En cómo alrededor del mundo hay una gran afición por ese curioso “deporte” y en cómo los padres de ambos enfrentan los retos de criar a esos niños prodigio.
Y al estar viendo el programa, no pude dejar de pensar en las relaciones que éste tiene con los negocios y con la vida, que me parecieron sumamente oportunas para comentarlas, sobre todo en estos tiempos de cambio e incertidumbre que estamos viviendo.
1.- En todo lo que hagamos, no importa si es fútbol, un deporte olímpico, armar el cubo de Rubik, procesar metales, fundir acero o diseñar filtros de armónicas, siempre, siempre habrá un campeón.
Y ese primer lugar obedece a muchos factores, entre ellos: una habilidad innata, el amor por lo que hace, la dedicación que le imprime y el sacrificio de dejar otras cosas atrás.
2.- En todo, aún cuando hayas llegado al primer sitio o a ser campeón, eventualmente vas a dejar de serlo.
Sobre todo si no te adaptas a las nuevas condiciones y entorno, o si no te mantienes actualizado y con la misma dedicación que te llevó a llegar ahí.
3.- Y en todo siempre hay un nicho importante que cubrir.
Aunque no sea la NFL, la UEFA, la MLB, todos los deportes tienen una afición que los sigue fervientemente, conoce a sus ídolos e intenta ser como ellos.
En los negocios es similar, muchas veces quisiéramos mercadear cerveza, Teslas, modelos en bikini o cualquier otro producto de moda; pero, aún si vendes embragues, transportas pianos, boinas españolas o potencia reactiva, hay un nicho importante que cubrir, una exigente clientela que atender y también habrá un primer sitio al que aspirar.
4.- No importan las adversidades a las que te enfrentes, si encuentras en ti la decisión de vencerlas, ¡puedes hacerlo!
Ya sea una condición como el autismo, un gobierno que impide el crecimiento económico o una pandemia mundial; los retos están ahí para hacerles frente, adaptarse a ellos y hacer lo mejor que se pueda.
5.- Y, en ese andar en tu vida de negocios, profesional y social, las amistades que se forjan en el camino valen mucho más que cualquier otro trofeo, contrato o proyecto obtenido.